martes, 13 de noviembre de 2012

Cómo iluminar el rostro y resaltar rasgos.


Este primer post lo dedicaré a la iluminación del rostro, algo que puede parecer  muy sencillo pero que su correcta o incorrecta utilización puede hacer de nuestro maquillaje algo que ayude a nuestra imagen o algo que realmente la empeore. Es muy importante estudiar nuestras facciones, nuestros rasgos y nuestra piel. En este primer caso, la iluminación, deberemos fijarnos sobre todo en aquello que queremos resaltar y a lo que queremos darle luz.

Teniendo esto claro y puesta nuestra base de maquillaje comenzaremos a iluminar. Las zonas estándar para este fin son las siguientes y podremos utilizar cualquier tipo de cosmético (puede ser un corrector, un lápiz de ojos, un labial, una sombra, un lápiz para cejas, etc.) que tenga un color similar al de nuestra piel siendo uno o varios tonos más claro que ésta llegando incluso al blanco según sea el efecto deseado. Yo de hecho utilizo el lápiz blanco para la zona del lagrimal y el arco superciliar. Aporta muchísima luz.

Las zonas a iluminar son:

-          Arco superciliar  (La curva que se forma debajo de nuestra ceja).

-          Centro de la frente.

-          Ojos. Normalmente zona del lagrimal y la zona inferior del ojo.

-          Línea central de la nariz

-          Mejillas

-          Zona adyacente a la nariz

-          Labios. En esta zona aplicaremos puntos de luz en el corazón del labio superior, en el hueco que queda entre el labio inferior y la barbilla y en las comisuras del labio inferior)
 

Repito, son zonas estándar. Si por ejemplo tienes el labio superior finito y le quieres dar más volumen puedes optar por iluminar un poco el perfil de este y luego darle puntos de luz en el centro del labio y dentro de la forma de corazón. Aunque esto ultimo lo haríamos cuando pintásemos nuestros labios que ya publicaré otro post explicándoos cómo pintar los labios en 3D.

Una vez pintadas como un indio pasaremos a difuminar para adaptar el producto totalmente a nuestro maquillaje y a nuestro rostro. Para ello podremos utilizar esponjas, pinceles o nuestros gloriosos deditos. Personalmente prefiero estos últimos, pero cuidado al difuminar no os vayáis a pasar y retiréis todo el producto.

Espero que os haya gustado este primer post y que os sirva de ayuda. Sed felices y besitos para tod@s.

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