Este post lo dedico a la segunda parte de la iluminación, el
sombreado.
La sombra oscurece,
crea hueco, tapa y define. Por lo tanto, en cuanto a volúmenes se refiere,
tendremos que fijarnos en aquello que nos parece demasiado grande o abultado y
trabajar las sombras en esa zona. Como ya dije en el primer post podemos
utilizar para este fin cualquier cosmético que nos valga, siendo del mismo
color que nuestra piel uno o varios tonos más que ésta. Puede ser una base de
maquillaje más oscura, sombra de ojos, polvos de sol, colorete, labial, lápiz
de ojos, etc. Personalmente me gusta más porque da un efecto más natural la
base de maquillaje más oscura. Pero en el experimentar está muchas veces
nuestra solución. Así que a experimentar. Bueno pues las zonas estándar a
sombrear son las siguientes:
-
Nacimiento del cabello.
-
Pliegue del párpado superior.
-
Laterales y punta de la nariz.
-
Cavidad de la mejilla.
-
Mandíbula.
-
Cuello.
Como expliqué en el primer post, ahora vendría el momento de
difuminar el pigmento y adaptarlo a nuestra piel. Y ya estaremos preparadas
para pasar al color, pero eso sí con esta buena cara.
Podéis terminar esta fase con polvos sueltos mate en las
zonas de debajo de los ojos, nariz, centro de la frente y barbilla.
Espero que os haya gustado, que hayáis aprendido y que
hayáis disfrutado. Un besito para tod@s!!!
Mil gracias por los consejos!!! Me los releeré un par de veces para probarlos. Muchísima suerte con el blog, guapa!
ResponderEliminar